Nos ha llegado al correo un mail de Xavier Rueda. Reconforta ver que hay gente más enferma que nosotros, ya que Xavier ha elaborado una teoría espectacular sobre PostLost. Y lo que más miedo da, es que todo cuadra...
Armaos de paciencia, que la teoría es larga, pero os aseguramos que vale mucho la pena. Gracias, Xavier!"¡Uy, uy, uy! ¡Ya está! ¡Ya está! ¡Creo que ya sé cual es el misterio de PostLost! ¡Después de
este episodio creo que ya lo tengo!
Veréis, creo que he podido distinguir a lo largo de la trama toda una serie de acontecimientos conectados entre ellos mediante una relación de Causa y Efecto que explicarían lo que está pasando en la serie, el misterio de PostLost. Podríamos llamarla la
Tonteoría de la Secuencia, así, a bote pronto, es lo primero que se me ha ocurrido. ¡Vamos a teorizar!
Resulta que el personaje de Tomás, aunque nadie lo hubiera dicho, es el elegido, y tiene una misión de vital importancia que llevar a cabo ya que de lo contrario todo el continuo-espacio-tiempo-textil, atentos a esta última palabra, se puede ir a la mierda. Pero para poder hacer lo que tiene que hacer en la Secuencia de hechos debe cumplir unos requisitos, concretamente que sus capacidades mentales rocen peligrosamente la gruesa línea que separa al aficionado a los Sudokus de los domingos por la mañana y al aficionado a olerse los dedos después de rascarse cualquier parte del cuerpo, vamos, que el elegido tiene que ser tonto de cojones.
Pues bien, si nos fijamos con atención en este último episodio, 5x09 “
Namasté”, pudimos ver cómo Tomás padre, más cachondo que una lesbiana en una ferretería, quiso tirarle los trastos a la jovial adolescente del Risoto, pero si lo hubiera hecho todo el continuo-tal-y-cual-y-textil se hubiera jodido a base de bien. Por eso el Destino hizo que, en lugar de con Tomás padre, la ardiente, apasionada, excitada, o sea guarrilla, adolescente del Risoto se enrollara con Adriá padre, no porque fuera más guapo, listo o apuesto, que tampoco estoy aquí para juzgar a nadie, sino por aquello de la catástrofe y los requisitos que debe cumplir Tomás, el elegido.
Como consecuencia de esto vimos que Tomás padre, más cachondo todavía al saber que la joven del Risoto se estaba lavando los dientes, guardaba en su bolsillo la foto de una chica de repuesto, quién no conoce a alguna chica de repuesto, hay quien incluso quisiera ser una, pero no es momento de hablar de mí, ya que si nos fijamos bien en la fotografía de la chica comprobaremos que tiene un sorprendente parecido con ¡el propio Tomás padre!
Aquí va mi apuesta, Tomás padre y Tomás madre no lo saben pero son hermanos gemelos mellizos que fueron separados al nacer por alguien que intentaba provocar la catástrofe-espacio-temporal-textil, pero el Destino tiene formas de corregir su curso de forma que esquiva tal suceso y los juntó de nuevo. El caso es que al enrollarse Tomás padre y Tomás madre, hermanos sin saberlo, fruto de esa unión incestuosa apareció Tomás hijo, o sólo Tomás, que al ser hijo de dos hermanos es imbécil, burraco, limitado, vamos, que justea. Y todo ello gracias a los giros del Destino y la Secuencia para crear al elegido.
¿Pero para qué necesitaría el Destino que Tomás a secas fuera un lelo? ¿Acaso no hay tontos de sobra en este mundo como para que encima sea necesario uno más?
Bien, si recordamos el episodio 5x05 “
This place is death”, fue cuando vimos por primera vez a la anciana del Risoto, quien a mi parecer es la madre de Adriá sin él saberlo, y es necesario que sea así porque justificaría que alguien viva en la cocina de un piso, sin cama, baño ni espacio suficiente siquiera para hacer el saludo al sol. Está claro que aguanta esas condiciones de vida para poder cuidar en secreto de su hijo o porque se siente culpable por no haberle cuidado en su infancia, que si ella tampoco le ha explicado que es su madre pues por algo será. El caso es que la Secuencia ha hecho que esto sea como digo para que la anciana viva en ese piso.
Pues bien, ahora veréis como poco a poco se van alineando los elementos de dicha Secuencia para alcanzar su objetivo y es que es en el siguiente episodio, el 5x06 “
316”, en que volvimos a ver a la anciana de Risoto, en esta ocasión porque Tomás y Adriá, ambos a secas, acuden a ella para que les ayude a encontrar el calcetín de Adriá, que ya es triste que ellos dos no pudieran encontrarlo solos, pero bueno. Y una cosa, ¿cómo se perdió? ¿Fue un accidente o alguien lo robó? En cualquier caso, al parecer la anciana sabía cómo recuperarlo y les pidió a los dos mozalbetes que la acompañaran a otro piso que resultó ser igualito que el que tienen ellos, que teniendo un piso propio todavía se explica menos que viva en la cocina si no es por lo que he dicho antes de que Adriá es su hijo, sino tanto sacrificio así a lo tonto no tiene sentido a no ser que sea un piso de renta antigua que ya podría ser. ¿Veis como todo cuadra?
Pues bien, una vez llegaron al piso la anciana del Risoto afirmó que existía un modo de recuperar los calcetines perdidos que vagan por el continuo-espacio-tiempo-textil y para ello hay que utilizar una fórmula que está escrita en una pizarrita. Y ahí está la clave de todo, esa fórmula, el objetivo del Destino y de la Secuencia, ese receta alquímica que desentraña los misterios de los calcetines perdidos, un enigma que lleva erosionando la mente de la humanidad, estimulando su miedos y creándole una inquietud existencial desde los anales de la historia, o bueno, al menos desde que llevamos calcetines, supongo. Y es entonces cuando todos los elementos de la Secuencia confluyen de forma magistral reuniendo en el mismo momento y lugar a Adriá, que aparentemente ha perdido su calcetín, a la anciana del Risoto, la madre secreta de Adriá y a su vez guardiana del gran secreto de los calcetines perdidos, y metido con calzador, Tomás, que debido al vínculo fraternal de sus padres posee un decepcionante cociente intelectual que le incapacita para prestar atención más de cinco segundos sin empezar a cantar la cancioncilla de Spider-cerdo. Así pues, a Tomás, en su autismo habitual, no se le ocurre nada mejor que borrar la fórmula que está escrita en la pizarrita y que resuelve el enigma de los calcetines perdidos permitiendo saber su paradero para ponerse a dibujar pollas con alas. ¡Menuda memez!
Y ese es el fin de la Secuencia, destruir dicha fórmula, porque de haberse desvelado ese misterio la gente no perdería los calcetines y entonces no los compraría en packs de 3, 4 o incluso 5 pares en oferta, con lo que la industria mundial textil, ¿recordáis?, sufriría graves perdidas y se desencadenaría una crisis económica global que llevaría a una recesión y por ende al comienzo del fin del mundo tal y como lo conocemos, ¿no? Que digo yo que una crisis así no se ha visto nunca, ¿verdad? Bueno, no sé. De cualquier modo, debido a la acción del elegido, con sus capacidades mentales mermadas y su nula capacidad de concentración, la fórmula ha sido borrada haciendo que el equilibrio se restablezca y todo vuelva a estar bien, más o menos.
Sólo se recuerda una situación parecida a mediados de los 80 cuando
Punky Brewster hizo creer a algunos que llevar calcetines desemparejados podía ser guay o mono, lo cual hubiera hecho que a la gente le diera igual perderlos y se hubiera producido una hecatombe de imprevisibles consecuencias. Pero el Destino-textil ya puso a Punky Brewster en su sitio, es decir, a vivir debajo de un puente teniendo que vender su propio cuerpo y el de su perro Brandon a lascivos desconocidos para poder costear el elitista modo de vida al que se había acostumbrado. De nuevo aquella vez conseguimos esquivar la catástrofe.
Por supuesto aquí viene el giro final, Adriá no perdió su calcetín por casualidad sino que fue Tinkywinky quien se lo robó, pero ¿quién se escondía realmente debajo de ese disfraz? Lo habéis adivinado, era la otrora superestrella infantil Soleil Moon Frye, sí, Punky Brewster y es que su maldad no conoce limites. Después de matar a los padres de Adriá y Tomás, ¿recordáis que en el capítulo
5x03 ambos se dan la noticia del fallecimiento del padre del otro con un día de diferencia? ¿No os pareció sospechoso? Pues lo era, fue Punky Brewster quien con la ayuda del doctor
Paco Brufal los mató después de torturarlos para que confesaran la ubicación de la anciana del risoto y una vez lo supo urdió una estrategia. Su maquiavélico plan consistía en que Adriá y Tomás acudieran a la anciana del Risoto para que utilizara la fórmula para encontrar el calcetín, y después de esto Punky hubiera raptado a ambos para obligarles a que le dijeran la fórmula y así poder explicarla a todo el mundo y hacer de este un mundo sin calcetines perdidos en el continuo-espacio-tiempo-textil. De ahí que estuviera llorando junto a la cama de Tomás y Adriá cuando se hacían los muertos, pues ella creyó que realmente habían fallecido y que su plan había fracasado.
Volvemos a estar a salvo, pero ¿por cuánto tiempo?
P.D.1 Que a lo mejor pensáis que es un plan de mierda o como mínimo un objetivo de mierda, pues sí, no os voy a mentir, pero es que los años que Soleil Moon pasó debajo del puente la dejaron un poco jodida de la cabeza y tampoco es que piense con mucha claridad, todo sea dicho. Lo cierto es que la mitad del plan es de Brandon, que era quien realmente se comía los calcetines de Punky y para que no le diera con un periódico en el hocico se inventó toda la gilipollez de la fórmula. ¿Sabes cuando cuentas una mentira y por no admitir que mentiste cuentas otra y la cosa se lía? Pues un poco eso.
P.D.2 Lo de los anacronismos del último episodio no son fallos, pueden explicarse fácilmente con que Tomás padre y Adriá padre eran adictos a los viajes en el tiempo, que estamos hablando de los setenta y ya podría ser, y que muy despiertos tampoco se les veía.
P.D.3 ¡Uy! Creo que me he equivocado de foro."