Individuo como apenado y Melancólico ser que come sushi, esos son sus nombres en el Club de Fans de Isabel Coixet, ven el final de la quinta temporada de Perdidos, The Incident, un capítulo marcado porque por fin vemos la cara de Jacob. Oye, un dandy: alto, rubio, ojos azules, con una isla en propiedad y la mar de apañado en la cocina, que coge, corta, y fríe un pez sin ensuciar un triste cacharro. Se conoce que tiene sus rencillas con el otro chico que vive en la Isla. Eso sí, los dos tienen una educación exquisita, que se comentan como quien da los buenos días las ganas que tienen de matarse. Yo en Supernanny he visto a niños pedir el desayuno con más violencia.
En este capitulazo hay dos grandes tramas. Por un lado está el comando Jack, que se lleva a todos sus amigos a volar la Isla con una bomba de hidrógeno; que si un día de cada día tiene ese planazo, Dios sabe lo que hará los sábados por la noche. Y por el otro lado está el comando Locke, que se lleva a Ben y a los extras a la sombra de la estatua, que allí se está muy fresquito.
El primer comando se encuentra por el camino a Vincent, Bernard y Rose, que los llevan a su casa pero se les ve que están un poco mosca: que si no nos buscasteis, que qué pesados estáis con lo de mataros, que límpiate los pies en la alfombra que lo pondrás todo perdido de arena… Total, se separan otra vez y quedan en que tenemos que vernos más.
A quien no veremos más (¡qué bien ligado!) es a Jacob, porque Ben se lo carga en una de las peores y más sobreactuadas muertes de la historia. Lo hace porque Locke se lo ordena, porque Locke es malo, que no es nuestro Locke, que está muerto, que Iliana y los otros llevan su cadáver en una caja, que no resucitó, que es el enemigo de Jacob que se le ha metido dentro para cumplir su promesa de matarlo. ¿No lo había dicho? ¡Es muy difícil contar este capítulo, vale!
Ahora diréis: “Oh, pues Jacob pa lo poco que actúa ha cobrado una pasta, el hijo puta”. En este caso pensáis unas cosas rarísimas, la verdad, rancios. Además estáis equivocados, porque en todos los flashbacks aparece Jacob, justificando el sueldo y hablando con los protagonistas. ¿Los escogió él para que fueran a la Isla? ¿Son sus fichas en la macabra partida que juega con su enemigo? ¿Le hubieran escuchado con tanto interés si Jacob no fuera una revista de Men’s Health andante? (exceptuando la de Pablo Motos, que aquello era de grima)
Pues estas preguntas quedan sin resolver, porque finalmente el comando Jack explota la bomba con el complejo sistema de darle con una piedra con mucha mucha rabia. Fundido a blanco y… a tomar po’l culo hasta enero del 2010.
Todo esto y más caídas que nunca en el nuevo capítulo de PostLost, la serie favorita de Ferran Monegal (en serio, que lo medio-dijo).
Guest Star: la anciana del risotto, Jacob, la estatua, el doctor Chang, Berto, Rafel y el hijo heavy de Tomás y Adrià.
En este capitulazo hay dos grandes tramas. Por un lado está el comando Jack, que se lleva a todos sus amigos a volar la Isla con una bomba de hidrógeno; que si un día de cada día tiene ese planazo, Dios sabe lo que hará los sábados por la noche. Y por el otro lado está el comando Locke, que se lleva a Ben y a los extras a la sombra de la estatua, que allí se está muy fresquito.
El primer comando se encuentra por el camino a Vincent, Bernard y Rose, que los llevan a su casa pero se les ve que están un poco mosca: que si no nos buscasteis, que qué pesados estáis con lo de mataros, que límpiate los pies en la alfombra que lo pondrás todo perdido de arena… Total, se separan otra vez y quedan en que tenemos que vernos más.
A quien no veremos más (¡qué bien ligado!) es a Jacob, porque Ben se lo carga en una de las peores y más sobreactuadas muertes de la historia. Lo hace porque Locke se lo ordena, porque Locke es malo, que no es nuestro Locke, que está muerto, que Iliana y los otros llevan su cadáver en una caja, que no resucitó, que es el enemigo de Jacob que se le ha metido dentro para cumplir su promesa de matarlo. ¿No lo había dicho? ¡Es muy difícil contar este capítulo, vale!
Ahora diréis: “Oh, pues Jacob pa lo poco que actúa ha cobrado una pasta, el hijo puta”. En este caso pensáis unas cosas rarísimas, la verdad, rancios. Además estáis equivocados, porque en todos los flashbacks aparece Jacob, justificando el sueldo y hablando con los protagonistas. ¿Los escogió él para que fueran a la Isla? ¿Son sus fichas en la macabra partida que juega con su enemigo? ¿Le hubieran escuchado con tanto interés si Jacob no fuera una revista de Men’s Health andante? (exceptuando la de Pablo Motos, que aquello era de grima)
Pues estas preguntas quedan sin resolver, porque finalmente el comando Jack explota la bomba con el complejo sistema de darle con una piedra con mucha mucha rabia. Fundido a blanco y… a tomar po’l culo hasta enero del 2010.
Todo esto y más caídas que nunca en el nuevo capítulo de PostLost, la serie favorita de Ferran Monegal (en serio, que lo medio-dijo).
Guest Star: la anciana del risotto, Jacob, la estatua, el doctor Chang, Berto, Rafel y el hijo heavy de Tomás y Adrià.