En la Isla pasan dos cosas. Una: descubrimos que los candidatos llegan a la Isla porque Jacob se ha tuneado un faro con unos espejos con los que ve hasta los puntos negros de la nariz de Jack. Y dos: descubrimos que Claire se ha belenestebizado. Es decir, se ha convertido en una rubia loca que por su hijo maaa-taaaaaaaaa.
Hugo también está por ahí, viendo a Jacob, que sólo se aparece para ponerle la cabeza loca y pedirle que se apunte sus chorradas en el brazo, con un boli, sabiendo que Hugo, al estar un poco gordo, seguro que transpira como un cerdo y el boli no le escribe en la piel.
Y en el mundo paralelo en el que no se estrelló el avión y Mercedes Milà nunca se disfrazó de fruta, Jack tiene un hijo que toca el piano con la sensibilidad de Elton John y el magnetismo del pianista de Parada. Pero que el niño apunte maneras homosexuales no significa que tenga un trato agradable: se lleva fatal con su padre, que tiene que enterarse de los conciertos por un contestador. Que también ha tenido suerte, porque podría haber escuchado como invitaban a su hijo a la ‘Chopin Gay Parade’.
Todo esto y nuestra adaptación del affaire Cobra en el nuevo capítulo de PostLost, la serie favorita de Liberto Rabal.
Guest star: Rousseau cuando era joven.